domingo, 8 de agosto de 2010

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Es como lanzar una moneda a una fuente de los deseos sabes que perderás para simpre la moneda (obvio habrá más, pero esa, esa la perderas para simpre); y sabes que seguramente el deseo no se cumplira, pero el momento es mágico y la ilusión siempre queda.

Aww, así es, así es....

4 comentarios:

  1. Y la miras irse hasta el fondo con un sentimiento mezclado: pudiste haber comprado un chicle con esa moneda, pero preferiste desperdiciarla en algo que, tienes casi por seguro, no se hará realidad.

    Y toca el fondo con un mullido clank. Quieres imaginártelo pero te lo roba el agua. Es mejor y peor de lo que pensabas. Le das la espalda, y te vas.

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  2. Hm... ¿cuanto dinero habrá en esas fuentes?


    Lo siento... soy pobre U.U

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  3. Alli: "Me sorprende la forma en que me comprendes".

    Tu terminaste este post, y me gustó mucho cómo lo terminaste.

    Kaban: Pues puedes ser el tipo de la fuente; ese que se roba el dinero siempre.

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  4. No sé por qué, pero al leer tu post se me ocurre pensar en un amor, uno tal vez prohibido: algo efímero, pero intenso y digno de recordar.

    O puede que no sea mal visto, pero si un amor imposible, algo así como haberse enamorado de alguien a quien conociste en un viaje a un país lejano, con quien no puedes quedarte porque cada quien tiene su vida en su respectivo lugar de origen, y su único consuelo es saber que por lo menos tienen el ahora...

    Saludos!

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