viernes, 4 de febrero de 2011

500



Hoy te escribí la carta número 500.
Sí, ya sé, no tienes qué recordarme lo patético que es, y lo más patético que es que no te haya entregado ninguna.
Me acuerdo de la primera carta que te escribí: me sentía toda pequeña, utilizaba palabras rebuscadas e innecesarias. Era tan sincera y cursi. En esa carta te explicaba cómo agradecía tu existencia, tu sonrisa y tu sarcasmo.
Agradecía que siempre lucieras tan relajado y secillo. Que tus labios fueran tan suaves y que me dejaras besarlos.
Las siguientes 100 fueron similares.

Cuando llegué a la 101 me di cuenta de cuánto me gustabas, pude notar al escribirte lo mucho que lo disfrutaba, justo a ti, porque a nadie más le hubiera podido haber dicho tantas cosas tan dulces, jugar de una manera tan ingenua.
200 cartas pasaron y yo todavía te escribía cartas, seguía teniendo ganas de decirte cuánto me gustas.

La carta 378 me despertó cierto conocimiento de algo que había estado ignorando: Ya no eran halagos y agradecimientos, eran halagos y reclamos. Eran despedidas y chantajes, eran palabras llenas de lágrimas, era desesperación y rabia.
Era una confusión hecha letras, donde sólo yo entendía lo qué quería decirte.

Al llegar a las 400 cartas, me di cuenta que todo había terminado, que no podría mandarte ninguna de las otras cartas, porque ya no querías leerlas.
Me di cuenta que te escribía rogándote volver, cuando nunca habías estado del todo aquí.

Las siguientes cartas eran más impersonales, por confuso que parezca.
En las siguientes 50 cartas te dije de todo:
Que te odiaba, que me caías mal. Que te amaba y quería estar contigo. Te dije que te perdonaba, aunque nunca me pediste disculpas y aunque nunca existió razón por la que me enojara. Te dije perdóname aunque nunca escuché respuesta.

Tal vez enviarte alguna carta hubiera sido buena idea... Las últimas 50 fueron una combinación entre compromiso y berrinche, de disciplina a terminar lo que no había empezado. A veces me daba de dolía la cabeza, porque quería terminar algo sola, supongo que siempre lo hice sola. Supongo que siempre estuvo en mi mente.


Después de muchos sueños, mas pesadillas y un viaje astral, te dejé.
Mis manos poco a poco se dejaron de aferrar a tu inexistente presencia, mordí mi labio inferior, más por tic que por esfuerzo, y te fuiste.

En mi carta 500, no te cuento nada de esto.
En mi carta 500 te explico que te olvidé, y lo agradecida que estoy por ello.
Te deseo un final feliz pero no uno pronto, te deseo que crezcas y dejes de ser un idiota. Te deseo que madures y me deseo lo mismo. En mi última carta, te relato un cuento de hadas, un desayuno en familia en domingo y un cumpleaños en un parque por la tarde. En mi escrito final, te cuento un encuentro, una despedida y un nuevo comienzo. Pero, para serte sincera, de todas esas cartas, de todas esas quinientas cartas, la última, esa última carta, es la que menos te enviaría. La que menos te compartiría, por egoísta que soy.

martes, 25 de enero de 2011

Alguien

Suena ridículo como todo se pierde.
Todos acaban yéndose, y la soledad, que antes daba tan sólo visitas de largo o corto tiempo, finalmente se muda a tu hogar. Te jodes y vives con ella, porque no tienes manera de correrla o tan siquiera decirle amablemente, a que te deje
Te quedas con ella, comprendiendo que siempre fue tu alma gemela.

Caminan juntos por la calle, y la gente tan sólo te mira a ti.
Parece que ella no tiene algún atractivo aunque, siendo sinceros, a ti tampoco te ven con mucho deseo, más bien como con lástima.
¿A quién le importa? Tú vas con tu alma gemela...
-Pendejo.- Te dices. ¿Alma gemela? ¿Esa mamada qué? Vas solo.

lunes, 27 de diciembre de 2010

Tan sólo a veces

A veces me da miedo no saber cómo parar,
pero creo que no he aprendido ni siquiera cómo empezar.

Me da mucho miedo estar con alguien que no me haga feliz,
pero creo que tampoco yo me hago feliz todo el tiempo.

Le temo a todos, y por éso los alejo;
siento que no amo a nadie, y por éso no suplico que se queden.

No tiene sentido mucho de lo que hago,
pero a veces hago las cosas con el sentido de que sean sin sentido.

A veces tengo ganas de entregarle todo a alguien,
pero la última vez no salió muy bien, y me arrepiento.

A veces aún extraño ese pasado, pero en otros momentos,
me doy cuenta de que así soy feliz.

Me gustaría saber si todavía piensa todo lo que alguna vez me dijo, sé que no lo hace; entonces me pregunto a mí misma "¿Por qué te sigue importando, si eres muy feliz?".

Quiero aprender mucho, pero a veces me cuesta trabajo entonces corro y me escondo abajo de una manta, pretendiendo ser un fantasma. De esa forma, nadie se me acerca.
Nadie puede quitarmela, y descubrir que debajo de todo ésto, sólo soy otro ser humano.

A veces hago muchas cosas, a veces soy valiente.
Quiero ayudar a todos, pero no quiero que nadie me ayude y hacerlo sola.
A veces creo que puedo, a veces sé que no.

Esto no me pasa siempre, es ocasional.
Esto es algo que sí me sucede, pero sólo a veces.

domingo, 12 de diciembre de 2010

Vacaciones? Yaaay!

Me encantaría tener una conversación conmigo misma pero a principios del 2010, es increíble todo lo que he cambiado, sobre todo en algunas cosas que no me hubieran gustado cambiar pero blaaah, ¿que puedo hacer?

Por fin puedo salir corriendo cual Heidi en las praderas, libres hacia mi familia y cama para descansar y mandar muy lejos todo el estrés, que pensé que ya lo había mandado debido a mis únicos dos días de relajación el la playa... el tiempo se pasa mas lento y todo es mas feliz.

...pero desgraciadamente, en cuanto regrese a mi hogar volví a cargar mi lomo con angustia y desesperación causada por chingos de tareas y lo peor: un maldito ensayo, el cual después de pasar la noche sin dormir tratando de hacerlo, no hice.. ni siquiera empezarlo.

Mi plan de hoy, que espero no falle, es dormir como policía obeso antes de que me desmaye. Todos me dicen "Las vacaciones son para salir todo el día de fiesta ¿qué te pasa?!!" Pues yo quiero dormir. Todo el día.

¿Alguien quiere ir a mi posada, por cierto?
¿Nadie? ni los iba a invitar, de todos modos.

sábado, 6 de noviembre de 2010

Just keep my where the light is...

John Mayer. Creo que siempre tiene una canción para cada etapa, ocasión, sentimiento etc.


Neta vean este video completito
y en full view para que valga la pena,
dejenlo cargar, ni tienes nada que hacer de todos modos..
mejor relaja tu cuerpo alegría macarena.

Parece que se le sale el alma por las manos cuando toca la guitarra..
De haber estado ahí, me habría dado un colapso nervioso haha
Simplemente hermoso


Just keep my where the light is...



jueves, 23 de septiembre de 2010

lunes, 6 de septiembre de 2010

Soy una asesina

Antes que nada, debo confesar que cometí un asesinato brutal.
YES, I have totally killed the microwave
.
Estaba desayunando, lo prendí y empezaron a salir rayos azules y hacer un montón de ruido entonces corrí con gran valentía hacia mi cuarto y esperé a que se terminara el minuto, porque me daba miedo acercarme a apagarlo, entonces dije en mi mente:
"Carajo, pinche microondas, no sirve. Mugres aparatos chafas de hoy en día blah blah", abrí la puerta y me di cuenta de que lo había prendido sin haberle metido la comida, mucha gente no sabe que si lo prendes vacio puede explotar pero a mi ya me había pasado así que supongo no tengo perdón de Dios... por lo tanto me rehuso a aceptar mi culpa y alego mala calidad de aparatos electrónicos en mi defensa, a falta de testigos todo está a mi favor. Y digo todo esto porque vengo de la cocina y lo extraño... la vida no es igual sin ese microondas.

Cambiando de tema, hoy amanecí toda jodida como ultimamente...
Almorcé en casa de mi abuela y me puse a dibujar y ver la tele, cosa que jamas hago.
Veía programas de personas con problemas de salud raros etc. Interesting stuff...
Después salí a caminar con mi hermana. Es mas agusto platicar, es la onda ver gente agradable, casas y clima muy agradable.
Fuimos a comprar una manzana (por que se me antojó una manzana), y caminando con una manzana en la mano llegamos a una pequeña casa, llena de TANTOS buenos recuerdos y amigos de aquellos tiempos. Nos topamos con nuestra casa viejita. Amaba esa casa.

Me tomé un té que no sabe a nada pero huele lo que le sigue de ojete y es según yo es para dormir, eso pasa cuando no te dejan tomar pastillas para dormir... No sé, pero estoy empezando a escribir pura mamada de las de "son las 11:11, tengo clases mañana pero me rehuso a dormir".
Pero como sigo sin sueño, puedo seguir hablando de mi día: comí/cené en la plaza. No, no es buena idea comer/cenar en una plaza. Muchísima gente. Parecía albergue del tsunami.... pero lo peor es: Había un payaso en medio del área de comida con sonido potente haciendo bailar huacharacas y reggaeton a los niños. Acto seguido: niña de 10 años perreando como zorra de video de Daddy Yankee.
¿Qué carajo quiere de la vida ese payaso?


Y creo que debo dormir, aunque sea extremadamente temprano. Hace mucho calor y no puedo abrir la ventana porque se me mete la fiesta de cumbia que hay por aquí, quisiera lanzarles una cabra o una granada para que me dejen dormir.

La mascota de mis ex-vecinos árabes: